lunes, 8 de septiembre de 2008

SESIÓN FAMILIAR

Después de un mes sin mojar me planté delante de mi mujer y le dije –cariño, no aguanto más, tengo que mojar…- Así que decidimos que lo mejor sería acercarnos a Caión y quedar con unos amigos para una buena sesión de kayak surf.


Caión

Envié mensajes a Xosé Manuel, Juan Carlos, Javier y Miguel y nos reunimos los cinco en la playa.
Xosé Manuel y Juan Carlos llevaban desde el miércoles surfeando todos los días y Javier llevaba una semana recorriéndose la costa portuguesa y gallega. Después de una charla en la que me pusieron los dientes largos con sus aventuras y oir las maravillas de la watertech lúcifer de boca de Javier decidimos entrar al agua a pesar de que estaba muy revuelto y una barra potente y espectacular nos avisaba que no nos daría tregua. Miguel decidió que con la tabla no sería una buena idea entrar y se fue a Bastiagueiro. Imaginaos como estaba la cosa que, en cuanto sacamos el material de los coches, se acercaron los de protección civil para preguntarnos si sabíamos donde nos íbamos a meter; Javier se encargó de tranquilizar a las fuerzas del orden playero asegurándoles que estaban delante de unos auténticos “pros”.
Cuando nos dirigíamos al agua mi hijo se acercó por que quería que lo llevase en el kayak, tuve que pararme un rato con él por que comenzó a llorar cuando le dije que no podía venir.
Solventado este pequeño problema familiar entramos al agua con la seguridad que la sesión sería un pequeño entrenamiento para perfeccionar el remonte y tener la suerte de pillar alguna buena espuma con la fuerza suficiente para intentar algún bote.



Blunt

Pues así fue la cosa, yo no pasé de dos blunts y muchos remontes de ola. Eso sí, las sensaciones que tuve fueron buenísimas por que las carreritas que me echo con Tana (mi perra) están haciendo su efecto y, a pesar de estar una hora pegándome con las olas, salí tan fresco como para entrar al agua otra vez.
El que más partido sacó a las olas fue Xosé Manuel, que consiguió un par de buenas entradas con algún blunt y helix muy espectaculares.



Helix

Javier puso el momento de emoción cuando remontó la barra y estuvo deambulando detrás de ella hasta que se decidió a regresar con nosotros desde el otro mundo, eso sí, tuvo que echarle un par y tener mucho cuidado para hacerlo. Nos tuvo en tensión durante un buen rato.
Lo mejor de la tarde sin duda fue la conversación que tuve con mi hijo al acabar la sesión. Más o menos fue así.
Hugo: Papá, fue impresionante.
Yo: ¿Qué es lo que fue impresionante?
Hugo: Lo que hiciste al remar con las olas.
Yo: Así que te impresionó ver los kayaks surfeando en las olas.
Hugo: No, me impresionó lo que tú hiciste al remar en las olas.
Supongo que seguiré babeando hasta fin de año.

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