Cuando llegué a Pantín Celso ya estaba observando la playa. La jornada se presentaba con muy pocas posibilidades para la práctica del kayak surf o del rodeo ya que las series no pasaban de medio metro, aún así decidimos esperar un rato mientras iban llegando Peteiro, Anxo, Joaquín y José Miguel.
Durante el rato que estuvimos esperando pensamos que lo mejor sería moverse a
Lago o
Campelo, pero justo cuando llegó el resto de la cuadrilla empezaron a entrar unas series ordenadas y con fuerza. La cosa estaba clara, lo mejor sería quedarse en Pantín, la cosa prometía.
Nos cambiamos enseguida y, tras un pequeño calentamiento, nos fuimos al pico que está enfrente de la caseta de los socorristas, a la derecha del pico principal de la playa, ya que este estaba ocupado por unos cuantos surferos y ya no había sitio para más.
Las series no dejaron de entrar durante toda la sesión, incluso tuvimos alguna que nos empujó con más fuerza de la esperada y nos dio algún que otro revolcón.
Lo cierto es que el día estaba perfecto para disfrutar de los kayaks y tuvimos una sesión muy gratificante, sobre todo después de varios meses en los que no tuvimos una jornada con condiciones como esta.
Las olas se dejaban hacer y pudimos deslizarnos de principio a fin sobre ellas adornándolas con algún que otro back surf, 360s, reentradas y algún que otro churro improvisado que habrá que bautizar para que se conviertan en figuras o maniobras. Cuando la ola se cerraba también pudimos ver en los kayaks de rodeo algún blunt y Anxo incluso se lució con un Hélix.
Después del invierno que hemos sufrido se agradece un día como este para disfrutar plácidamente de nuestro deporte sin riesgo de meterte en algún marrón con una barra o un cerrojo.
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