Empezamos a probar en la ola de la derecha del cerrojo que, salvo en contadas ocasiones, enseguida se cerraba en una barra que no hacía daño pero daba un buen centrifugado. Si salías bien podías aprovechar algún bote para un blunt o meter alguna punta o hacer giros, pero todo en medio de un espumón que lo cubría todo.
Más tarde empezó a levantarse el lado de la zona de rocas de la izquierda de la playa, pero una corriente fuertísima de salida cortaba la ola y te sacaba de la zona de entrada en cuanto te despistabas un poco. Así que volvimos a la zona del cerrojo. Ahí tuvimos la ocasión de coger un par de olas interesantes. En mi caso hice una pared espectacular a una velocidad altísima para la G-force con una maniobra de salida tan buena que aún no me lo creo.
Después de una buena serie en la que los dos "pillamos" se formó una barra impresionante que nos tuvo unos minutos dando tumbos sin ser capaces de remontar. Lo bueno es que duró solo un rato y pronto pudimos volver a la zona de rompiente. Pudimos disfrutar un rato de una barra espectacular sentados en primera fila. Me encanta ver estas olas a una distancia tan corta; si te fijas puedes ver los colmillos de la ola. Ñam, ñam, ven que te como…!
Cuando ya nos disponíamos a salir se puso bien la zona de las rocas, así que nos dirigimos otra vez hasta allí, pues cuando se forma bien la ola es el mejor sitio para cogerlas.
Para nuestra desgracia la ola tenía poco recorrido y enseguida se llenó de chavalitos con sus tablas de body y tuvimos que salir antes de que sucediese alguna desgracia con alguno de ellos. Yo pasé por encima de dos cuando me los encontré de improviso mientras surfeaba; estaban en pleno recorrido de la ola.
Aprovechamos el momento de endulzar para charlar un rato y relajarnos antes de volver a la realidad.