lunes, 7 de julio de 2008

TOUR CORUÑÉS

Situación insólita en mi vida, a partir del jueves me veo con cinco tardes consecutivas de libre disposición, así que avisé a José Manuel y Juan Carlos por si tenían alguna de esas tardes libres. Resulta que ellos llevaban desde el lunes en playa Lago y salían a remar por las playas de la zona. El jueves volvían a casa y quedarían por Traba, Soesto o Baldaio. Me llamarían por teléfono para avisarme del spot elegido.
PARA EMPEZAR, BALDAIO CAÑERO
A las tres y media salí en dirección a las playas y poco antes de llegar a la altura de Baldaio me llamó José Manuel para decirme que me esperaban allí mismo.
A las cuatro y media me reuní con ellos; tras los saludos pertinentes y un poquito de charla nos cambiamos, cargamos los kayaks y nos dirigimos a la playa. Hacía tiempo que no me metía con tanto mar, pero como me gustan las olas grandes no me lo pensé dos veces.
Los olas estaban bien, eran nobles y te permitían surfear un rato antes de comenzar a dar botes, pero no había un pico localizado, tan pronto rompían en un sitio como en otro, teníamos que estar muy atentos y buscando la ola continuamente.
Lo cierto es que no pude hacer gran cosa a pesar de que di unos buenos botes con el kayak, pero como hacía tanto tiempo que no me metía con tanto mar y tan revuelto tuve que ser prudente para no llevar ningún susto, aunque intenté algún que otro blunt, pero sólo se quedó en intento.




blunt
Cuando intenté salir me encontré con una rompiente orillera y muy fuerte que me dio en toda la espalda y me hizo resentirme de un antigua lesión en el hombro y para colmo no fui capaz de salir por que la resaca de la ola era muy fuerte, así que tuve que remontar para salir por el río.

Los kayaks que estuvieron en el agua fueron el ZG 54 de José Manuel, el Recoil de Juan Carlos y mi G-Force.

CONVIVIENDO EN CAIÓN
El viernes quedé con Juan Carlos en Caión. Nunca me había echado en este spot así que tenía mucha curiosidad; lo malo fue que, según la gente que estaba por allí, era el único lugar de la zona que estaba funcionando, así que tocó convivir con un montón de surferos.
Playa de Caión

La playa está muy bien y la ola es noble y definida, así que, “con el permiso de los compis de playa”, tuve la oportunidad de coger unas cuantas olitas muy buenas que me permitieron surfear, hacer algún blunt y practicar a meter puntas de cartwheel. Pero la diversión no duró mucho, en cuanto subió la marea el spot dejó de funcionar y nos tuvimos que volver a casa. El balance de la tarde fue positivo, varias olas y sólo tuve un leve incidente con un surfero que no vi cuando estaba en plena ola y casi le paso por encima, pero con una charla amigable todo quedó solucionado pues el surfero se dio cuenta que era imposible que lo hubiese visto.
DIVERSIÓN HASTA EN LA SOPA
Como el sábado no pude quedar con nadie y en Baldaio, Caión, Barrañán y Valcobo el mar estaba algo pasado y, por lo tanto, nadie se había echado; me tocó ir a la “sopa”. Así es como llamó a Bastiagueiro por que siempre está a tope de surfistas. Teniendo en cuenta que en el resto de las playas no había nadie era de suponer que la “sopa” de hoy sería espesa y así fue. Al llegar tuve la sensación de que había poca ola y estuve a punto de marchar, pero como pocas veces tenía la oportunidad de echarme tantas tardes seguidas decidí meterme igual aunque fuese sólo para remar un poco y prácticar algo en plano.
Para mi sorpresa las olas rompían bien, te permitían surfear un ratito y tenían fuerza suficiente para botar y hacer alguna cosita. Mi preocupación era donde meterme, pues con tanta aglomeración era difícil encontrar un buen sitio. Pero nada más entrar encontré un pico en la izquierda que estaba casi vacío, me situé en él y empecé a coger las primeras olas para entrar en calor. Como el periodo entre series era bastante largo tenía tiempo para practicar el cartwheel y el movimiento base para el donkey flip.

donkey flip (sale al final del video)

cartwheel


Al rato varios surferos se dieron cuenta de que estaba en el pico bueno y se acercaron, así que me tocó hacer un poco de slalom entre ellos. Como la cosa se complicaba decidí darme un paseo por la playa e ir cogiendo las olas en los diferentes picos. Entre slalom y slalom tuve la oportunidad de hacer alguna buena ola, destacando una en la que hice una surfeada bastante larga para seguir con un pedazo blunt aéreo, unos giros y una punta de cartwheel. En total estuve dos horas y cuarto en el agua, conseguí hacer un buen recital de blunts, varias puntas de cartwheel, unos cuantos 360 y en las remontadas hacer dos puntas de cartwheel y el paso de ola cayendo en boya; eso sí, lo de mantener la boya lo dejaré para mi próxima vida.
También tuve un par de marrones, una ola que cogí tarde me revolcó durante un buen rato y cuando conseguí esquimotar se me echó encima otra que me lanzó por el aire en un loop casi completo con otro revolcón incluido. El otro susto lo tuve casi al acabar, cuando estaba surfeando una ola se me echó encima con bastante fuerza y me golpeó la pala contra la cabeza con mucha fuerza, menos mal que llevaba casco y la cosa se quedó en nada. Lo de llevar casco ya me ha salvado de varios golpes, desde mi punto de vista es un elemento imprescindible para la práctica de este deporte.
Lo más curioso es que en toda la tarde no tuve ningún incidente con los surferos si exceptuamos que me interrumpieron varias olas, cosa inevitable en la “sopa”.

DE PASEO POR LA SOPA
El domingo la gente se echó en Villarrube, así que consulté las webcams de raz.es para ver como estaban las playas. El panorama era muy parecido al del día anterior, así que esta vez me fui directo a Bastiagueiro.
Pero no fue una decisión acertada, las olas casi no tenían fuerza así que poco se pudo hacer. En una hora y media que estuve sólo puedo destacar un par de olas que surfeé durante un buen rato pero como no tenían fuerza no me dieron opción a botar así que sólo pude probar alguna punta de cartwheel y 360s. A diferencia de ayer tuve un incidente con un surfero nada más empezar. Yo tenía la preferencia y se me metió por el medio fastidiándome la ola y aún por encima se me puso a gritar. Le dije que yo venía desde muy atrás en la ola y que tenía la preferencia. La cosa se quedó ahí y no volví a tener más problemas que el típico slalom de surferos. Como siga así acabaré compitiendo en las olimpiadas de slalom.

Playa de Bastiagueiro



MEGA SESIÓN
Por la mañana llamé a Javier para intentar quedar con él. Lo cierto es que no me costó nada convencerlo, así que quedamos en Caión.
Cuando iba hacia la playa me llamó para avisarme de que el mar estaba intratable y que la mejor opción sería Bastiagueiro; tuve que darle la razón aunque para mis adentros pensaba que iba acabar con un empacho de “sopa”.
Llegamos a la playa casi al mismo tiempo y decidimos intercambiar kayaks para meternos, pues tengo ganas de ir cogiéndole el punto a los Mega. Las sensaciones fueron bastante mejores que en la ocasión anterior en Ponzos. Enseguida me hice con el kayak aunque con alguna dificultad y conseguí coger tres olas; este barco es una bala, la velocidad que coge es increíble y entra en la ola él solo, disfruté un buen rato. Pero enseguida me empezaron a doler los pies por que los calces me iban muy justos. Así que cada uno recuperó su kayak y continuamos con la sesión.
No sé por donde empezar; hubo de todo, surfeadas increíbles de Javier rematando algunas con unos giros aéreos muy espectaculares, lo que más me impresiona es ver como este kayak sigue surfeando en la espuma a gran velocidad.
Por mi parte volví a repetir lo del primer día en Bastiaqueiro, sólo que como estaba acompañado forcé un poco más a sabiendas de que si me pasaba algo Javier me echaría una mano. Conseguí dos blunts aéreos buenísimos aunque en el segundo no fui capaz de continuar, eso sí, el salto fue enorme y tuve a Javier como espectador en primera fila que me dio la enhorabuena. En cuanto a los cartwheels en ola y remontando o lo de pasar la ola cayendo en boya sólo me salió en un par de ocasiones pues el cansancio ya va haciendo mella en mi. Fue una tarde muy buena y divertida, me llama la atención como se disfruta de este deporte cuando se va en compañía, a pesar de que parezca que cada uno va a su aire.
Para finalizar quiero comentar un incidente que tuvo Javier con un surfista. Nada más entrar nos situamos en un pico en el que no había surferos y Javier ya pronosticó que no tardarían en acercarse. Así fue, al rato ya estaba el pico lleno de surferos y en una ola uno de ellos me ganó la preferencia y al intentar salirme de la ola, ésta se me echó encima y no lo conseguí, lo que tuvo como consecuencia una serie de maldiciones que salieron por boca del “agraviado”. Cuando remonté observé que estaba haciendo campaña entre los otros para ponerlos en nuestra contra pero no le di importancia. Cogí una ola y al remontar me encuentro con que Javier está discutiendo con él, quien “muy amablemente” nos explicaba “sin aspavientos” como estaba parcelada la playa y la zona que a nosotros nos tocaba. Evidentemente Javier intentó hacerlo entrar en razón y como no lo consiguió acabó pasando de él. Aunque no lo parezca la situación fue cómica ya que mientras uno intentaba echarnos a grito pelado y diciendo que íbamos en unos “kayucos de mierda” el otro intentaba decirle que no se preocupase que no le íbamos a hacer daño con los kayaks.
Está claro que fue un incidente aislado, además no fue apoyado por nadie de los que allí estaban y al rato nos dimos cuenta de que el susodicho se había marchado. Que se la va a hacer, en todas partes hay de todo y en este mundillo no puede faltar el mesías poseedor de la verdad absoluta que intenta poner “paz y orden en esta Sodoma y Gomorra”..
Que nadie piense que tenemos mala relación con los surferos, más bien al contrario, pues entendemos que sólo estamos para divertirnos y que, en ocasiones, todos le saltamos una ola a alguien. Aunque este surfero mesías creo que tiene el record de no saltar ninguna ola a nadie; desde aquí mi más profunda admiración y respeto por este gran deportista. Sólo le puedo pedir que entienda que nosotros no tenemos sus superpoderes y que, como miserables mortales, tiene que comprendernos y aceptarnos.